Redireccionando...

jueves, 13 de marzo de 2014

Sobre los hombros (versión para novias)

Siempre he sido de la liga anti-palabra de honor, aunque sea políticamente incorrecto decirlo. Cada vez que una novia se sube el escote agarrándolo como si imitara a un pollo (visualizando imagen con los codos hacia arriba), a un angelito se le caen las alas... Estoy segura.

Que me perdonen quienes no estén de acuerdo, pero en noviembre, por mucho que el día B a una le pichen y no sangre, hace frío, y lo único que garantiza el escote palabra de honor es un kleenex pegado a la mano en todas las fotografías del viaje a Bali.


Hale. Ya lo he dicho, aunque soy consciente de que les daré la barrila con esta manía mía en muchas más ocasiones. Fijaciones que tiene una. No lo puedo evitar.

Entiendo que la novia que lleva tatuado un duende sentado en una seta en el omóplato, está muy orgullosa de su obra, pero no termino de ver la conexión entre el primo anoréxico de David el Gnomo, con el vestido de mikado de seda con can-cán y pedrería.


Y paro ya con el critiqueo, que ya sé que les gusta a ustedes mucho (y a mí me divierte y me enfurece a partes iguales), pero hoy se trata de ayudar a las novias que sí quieren tapar sus hombros.


Cuando una novia se sienta en el Atelier y le pregunto si quiere llevar mangas en su vestido maravilloso peden pasar dos cosas:

a) Que me mire horrorizada pensando que quiero vestirle de ursulina con cuello vuelto y cofia.

b) Que se imagine un vestido de manga larga en crepe de seda, elegantísimo y súper chic, al estilo de alguna hija de ganadero de buen vivir.

Pues bien, hay más opciones. La manga no sólo puede ser larga! Vaya descubrimiento les hago hoy, eh?


Asumiendo que gran parte de las bodas se celebran en época de buen tiempo (aunque por aquí en el norte eso se resumiría a tres cuartos de hora), es lógico pensar en una manga corta. Oh maravilla. 

Por qué será que tan poquísimas novias se atreven con ella si la usan casi a diario? Será precisamente por eso? Pues, señoras, eso es un minipunto para el equipo de las mangas cortas: si saben que algo les favorece a diario, explótenlo en su vestido para el día B.


Las opciones son variadísimas. Cualquiera de las que vimos ayer pueden interpretarse en vestidos de novia. El estilo sería limpio y con un punto contemporáneo. Las que les traigo hoy, más románticas y sencillas.


Si están pensando en su vestido maravilloso, tómenlo en consideración. Prueben. Imaginen. Creen. Y si no les sale, ya les ayudaré yo.

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