Redireccionando...

viernes, 21 de marzo de 2014

Brillar a las 8am

Que me gusta la lentejuela y no lo puedo evitar. Que es ver un brillo y se me van los ojos... Eso sí, ya lo he dicho más veces, no me vale cualquiera. Ni de cualquier manera. Que esto, como todo, tiene sus riesgos, y del puntito chic sofisticado, al fondo de armario de Anita Obregón, podemos pasar en un segundo. Y quiero pensar que no es la intención...

Si es que quien no arriesga no gana. Y quien no chuta no mete gol.


Antes de nada, una aclaración. No quiero que me imaginen como una loca del brillo, una Beyoncé de provincia, la Norma Duval de mi escalera ni nada del estilo. Que una puede tener un gusto mejor o peor, pero tiene dignidad y sentido del decoro... No pretendo causar daños irreparables en la retina de mis compañeros de asiento de metro mañanero.


Nunca he entendido bien aquello de que el paillette es para la noche. El brillo da luz, levanta el ánimo, nos hace sentir especiales... Y cuando salgo con amigas un viernes noche no me hace falta nada de eso porque ya lo llevo de serie... Semejante chute de optimismo resulta mucho más práctico los lunes a las 8:30am de camino al trabajo. Seguro. 


Dicho esto, pensemos en el brillismo de una falda lápiz para ir a la oficina, o incluso en un pantalón pitillo. Nada de minis a no ser que queramos que parezca que venimos directas del after a la reunión de planificación. Una cosa es vestir como a una le dé la real gana, y otra bien distinta, ir pidiendo guerra...


Un básico para combinar una falda así es una camisa blanca, de algodón. No demasiado entallada, con un punto masculino. Y tacones. Sí señoras, tacones. No pongan los ojos en blanco. Ya está esta petarda subiendo al andamio

Todo lo que nuestros empeines estén dispuestos a soportar. Sólo se admiten pies planos si en lugar de falda elegimos la opción del pantalón. Hale, ya les he hecho una concesión, no se quejen.

 

El secreto está en el contraste. La diversidad de tejidos y texturas. Prohibidas transparencias, rasos y similares. Que hay quien ve una lentejuela y se viene arriba con todo... Además de con las camisas, pueden probar con punto o camisetas sueltas, según les inspire la climatología.


Y es que aún nos quedan cosas por inventar. Si hoy llevo una falda de neopreno y mañana una chaqueta de tela chandalera, por qué no voy a ir a trabajar plagada de lentejuelas??

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