El día que la novia vino por primera vez al atelier comenzó siendo una visita muy divertida, informal, llena de ideas distintas y de vitalidad. Según pasaba el tiempo, lo que empezó siendo un boceto, una broma, un dibujo absurdo... Se convirtió en el vestido de su boda. Y entonces su madre se emocionó...
La base del vestido? La sencillez, el buen gusto, las discreción... Una acertadísima elección de los tejidos y un estilo muy definido. Limpio y estructurado a la vez que fresco y desenfadado. Muy ella...
Y así transcurrió el día de su boda, como su vestido: divertida, elegante y diferente. Un detalle? El vestido era dos piezas y puede que el día que bautice a sus retoños ella pueda lucir la blusa que vistió el día de su boda. Romántico, no?
Vestido de novia de Sophie et voilà!
¡Precioso Sofía!
ResponderEliminarTodos totalmente diferentes y todos llevan tu sello.