jueves, 26 de febrero de 2015

Don Amancio: yo quiero un culo

Así de claro se lo digo. Oiga. Que me tiene usted frita con tanta modelo que parece provenir de una estirpe de bicho-palos más que de humanos terrícolas. Estoy hasta la peineta de ver su lookbook lucido por un ente asexual con ojos, brazos y piernas, eso sí, pero que tiene de femenino lo mismo que un boli Bic. Ya lo he dicho.

Será que vende usted tanto que se ríe de todas nosotras, amebas carnales, exhibiendo sus colecciones en lookbooks de la forma menos atractiva posible. Total... Las vamos a comprar igual... No? Y es que, si no es eso, no entiendo nada.


Cuando me meto en la página de su firma estrella, pulso sobre el link mujer. MUJER. No sobre el link poste de señal de tráfico, ni sobre el link columna dórica. Oh gran señor de la moda low cost... Me va usted a perdonar, pero cualquier parecido entre sus modelos y una mujer es mera casualidad.

Va a ser que la gente que conozco es rara, no le digo que no, que me muevo en círculos extraños, puede ser, pero resulta que a las mujeres que frecuento la espalda les acaba en algo que se llama culo y utilizan el sujetador para sujetar. Hay que ver. 

Don Amancio! Que es ver su colección en internet y venirme a la mente la imagen de una alita de pollo del KFC rechupeteada! Que ya no me estoy metiendo con que sean o no demasiado delgadas, es que ya ni siquiera se sabe si son mujeres!


Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor. No me atrevo a decir tanto, pero lo que sí me atrevo a escribir es que en los 90 las modelos eras diosas. Hicieron que todas deseáramos pesar menos y que nos crecieran las piernas 20cm de media. Todas queríamos ser Naomi Campbell o Claudia Schiffer, pero no conozco a nadie que hoy quiera ser la modelo de Zara.

Tengo una friend que trabaja en marketing de alto standing y que dice many-many palabras en inglés que normally no entiendo, pero a las que asiento always con naturalidad, como quien habla del weather. Voy a ver si ella es capaz de explicarme esta estrategia comercial, porque así, de salida, no le encuentro la gracia.


Señor Ortega, tengo que admitir que no tengo la información contrastada, pero estoy bastante segura de que el fee de la modelo no va en función ni del número de curvas ni del peso de la misma.

No soy quién para meterme en sus finanzas, pero, que digo yo, que lo mismo le sale mejor ahorrarse el caché de la modelo y sacar fotos de las prendas colgando de las perchas. Total, le van a lucir parecido.


No me venga con el cuento ése de que lo que tienen que verse son las prendas y no la modelo, que un Monet siempre será un Monet, pero luce mucho mejor en el salón que en el baño.

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